¿Te ha pasado que llegas al trabajo y sientes que en lugar de entrar a una oficina, te metes en una jungla llena de trampas emocionales? Un ambiente laboral hostil puede ser tan perjudicial como cualquier otro factor de riesgo. Pero, ¿por qué este entorno te enferma y qué puedes hacer para recuperarlo?
Fotografía tomada de Freepik
En este artículo te daré 5 ejercicios prácticos para que no solo sobrevivas, sino que florezcas en un entorno laboral desafiante.
Para comprender cómo nos impacta el entorno laboral, debemos tener en cuenta que la mente y el cuerpo están íntimamente conectados. Según la teoría del estrés de Hans Selye, la tensión prolongada sin formas adecuadas de liberación es uno de los principales causantes de desequilibrios físicos y emocionales. Un ambiente laboral tóxico actúa como una constante fuente de estrés que el cuerpo empieza a registrar como un "peligro" continuo”
Cada vez que experimentas hostilidad, injusticia, o falta de reconocimiento en el trabajo, tu sistema de alerta se enciende, esto genera bloqueos en el flujo energético del cuerpo, lo que puede derivar en dolencias como gastritis, migrañas, fatiga crónica y hasta problemas cardíacos. Todo es cuestión de cómo almacenas esas emociones, y muchas veces, las llevas a zonas específicas del cuerpo.
Cuando el Trabajo se Convierte en una Carga Emocional
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Hace unos meses, atendí a Ana dentro del Programa de Terapia Evoluciona, enfocamos su sesión de Reprogramación Mental en liberar la energía bloqueada asociada a un sentimiento constante de ansiedad. Ana se sentía drenada en su trabajo. Se desempeñaba en una empresa tecnológica con un jefe extremadamente controlador y compañeros que parecían vivir en un estado de queja y crítica perpetua. Ana llegó a terapia pensando que, tal vez, ella era el problema: "Quizás no soy lo suficientemente buena", repetía.
Durante las primeras sesiones, emplee con ella la hipnosis y la visualización para acceder a su subconsciente y explorar las creencias profundas que esta situación le estaba activando. Resultó que la hostilidad de su jefe le recordaba el ambiente en el que crecía, donde la validación externa era inalcanzable. Su subconsciente estaba atrapado en una búsqueda insaciable de aprobación que la hacía soportar todo tipo de malos tratos sin cuestionarlos.
Fue necesario con Ana usar herramientas de reprogramación mental para reemplazar esta creencia limitante con una más empoderadora: "Yo merezco respeto y aprecio sin condiciones".
Este cambio no fue inmediato; Ana trabajó durante semanas visualizando escenarios laborales donde se sentía en paz, sin depender de la aprobación de los demás. Con el tiempo, empezó a notar que podía poner límites y expresar sus opiniones sin el temor constante a la desaprobación.
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Estos son algunos de los ejercicios que le recomendé a Ana y que a ti también te van a ayudar
1- Conexión con el Cuerpo y la Respiración: Antes de entrar a una reunión o interactuar con alguien que te resulte desafiante, realiza respiraciones profundas y concéntrate en la sensación de tu cuerpo. Estudios muestran que la respiración profunda activa el sistema nervioso parasimpático, que es el encargado de la calma. De hecho, algunos entrenadores y psicólogos recomiendan técnicas de respiración en sus programas de bienestar laboral (Goleman, 2015).
2- Reprogramación de Pensamientos Limitantes: Es fundamental reprogramar aquellas ideas que te llevan a soportar ambientes tóxicos. ¿Qué creencias tienes acerca de ti mismo en el trabajo? Identificar pensamientos como “no soy suficiente” o “necesito demostrar que puedo con todo” te ayudará a transformarlos en pensamientos de autovaloración. Escribe ese pensamiento positivo por el cual vas a reemplazar ese negativo.
3- Establecimiento de Límites Saludables: Establecer límites es esencial, y es un acto de autocuidado. Si tu jefe o compañero suele delegar tareas a última hora, intenta conversar y proponer límites claros sobre tu carga laboral. Practicar afirmaciones del tipo “mi tiempo y bienestar son valiosos” puede fortalecer tu habilidad para poner límites sin culpa.
4- Construye una Rutina de Desconexión Emocional: Al final de cada jornada, dedica unos minutos a desconectarte mentalmente del trabajo. Puedes practicar una visualización en la que dejas las preocupaciones laborales en un lugar seguro y mentalmente te liberas de ellas. La clave es hacer de este hábito un ritual para separar tu yo laboral de tu yo personal.
5- Busca Apoyo y Mentoría : Si bien el trabajo en un ambiente hostil es desafiante, tener un mentor o coach con quien puedas reflexionar puede ayudarte a navegar mejor la situación. Busca personas que hayan pasado por situaciones similares y que puedan ayudarte a ver el panorama desde una perspectiva más elevada.
Como vimos en el caso de Ana, el cambio no siempre ocurre en el ambiente sino en cómo respondemos a él. Transformar creencias y hábitos que fortalecen nuestro interior es clave para lidiar con un entorno laboral hostil. La sanación Bioemocional no solo te ayuda a entender por qué el ambiente laboral te enferma, sino que te da herramientas para protegerte. Sigue aprendiendo cómo hacerlo con las herramientas que sé que le han funcionado a tantas personas.
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